Introducción

Para aquellos amantes de la moda, saben que los detalles marcan la diferencia en cualquier look. Y en ese sentido, los pashminas y chales son uno de los elementos imprescindibles para lucir elegante en cualquier evento. Muchas veces se confunden estos dos términos, pero en realidad son diferentes y se adaptan a diferentes ocasiones. En este artículo hablaremos sobre las diferencias, los materiales y cómo combinarlos en diferentes ocasiones.

Diferencia entre pashmina y chal

Lo primero que tenemos que tener claro es que un pashmina y un chal no son lo mismo. La pashmina se confecciona con el pelo de una especie de cabra originaria del Himalaya, por lo que su textura es muy suave y calentita. Por otro lado, el chal es un término más genérico que se refiere a cualquier prenda rectangular que se utiliza para cubrir los hombros, el cuello o incluso la cabeza.

Tipos de pashmina

Dentro de las pashminas, hay diferentes tipos según su tamaño y su confección. Por ejemplo, podemos encontrar las shawls, que son grandes y pueden cubrir los hombros y la espalda. También están los shawlettes, que son más pequeñas y se pueden utilizar solamente para cubrir el cuello. Por último, están las bufandas, que son aún más pequeñas y que se utilizan para aportar un toque de elegancia a cualquier look.

Tipos de chal

En cuanto a los chales, también hay diferentes tipos dependiendo de su tamaño, forma y confección. Los más comunes son los triangulares, que se colocan sobre los hombros o la cabeza. Por otro lado, están los cuadrados, que tienen un diseño más clásico y se utilizan para cubrir los hombros, y los rectangulares, que son ideales para utilizar como complemento de un vestido.

Materiales

En cuanto a los materiales, los pashminas suelen estar hechos de lana, seda, cachemira o mezclas de estas telas. Las de seda son bastante brillantes y suaves al tacto, mientras que las de cachemira son más densas y suaves. En el caso de los chales, estos pueden estar hechos de cualquier tipo de tela, incluso de algodón o fibras sintéticas.

Combina tu pashmina o chal según la situación

Es importante saber combinar este tipo de accesorios con el resto del outfit. Para una boda, por ejemplo, es recomendable utilizar una pashmina de seda o cachemira en tonos pastel o neutros, que aporte un toque de elegancia y sofisticación. En cambio, para una ceremonia casual durante el día, se puede optar por un chal de algodón o lino en tonos más vivos y alegres.

Qué llevar con tu pashmina o chal

Además de saber elegir la prenda adecuada según la ocasión, también hay que tener en cuenta que estos accesorios pueden favorecernos o hacernos parecer que vamos disfrazados. Por eso, es importante saber combinarlos correctamente. Si llevamos un vestido o un conjunto sobrio, una pashmina con estampados o con colores llamativos puede darnos un toque extra de personalidad. En cambio, si ya llevamos una prenda con mucho estampado, es mejor optar por un chal liso y neutro para no recargar el look.

Cuidado de las pashminas y chales

Por último, es importante saber cómo cuidar estas prendas para que se mantengan en buen estado durante más tiempo. Si se trata de una pashmina de lana o cachemira, lo mejor es lavarla a mano con un jabón suave y agua fría. Después, se tiene que dejar que se seque al aire libre, evitando la exposición directa del sol para que no pierda su color y textura. En el caso de las de seda, se pueden lavar en la lavadora en un programa delicado y con agua fría.

Conclusión

Las pashminas y chales son prendas versátiles y elegantes que pueden adaptarse a cualquier ocasión. Si se sabe elegir la prenda adecuada y combinarla correctamente, puede aportar un toque de sofisticación a cualquier outfit. Lo importante es saber qué tipo utilizar según el evento al que acudiremos y cómo cuidarlas para que duren más tiempo. En definitiva, son una inversión de moda que vale la pena hacer.